Además de mejorar la circulación local, la mesoterapia tiene la capacidad de alterar la permeabilidad de las paredes celulares de los adipocitos, facilitando la liberación de su contenido graso y mejorando la oxigenación tisular, lo que hace que se produzca una combustión local de las grasas.
Básicamente se pinchan componentes varios a lo largo de trayectos venosos principales y en las áreas de celulitis. ¿Qué componentes? depende de cada caso. En mi caso concreto me aplicaron l-carnitina, para favorecer la combustión de grasas y alcacocha para drenar. Sin embargo, también se pueden aplicar otros componentes, como silicio, para reafirmar la piel.
Se necesitan aproximadamente entre 10 y 15 sesiones y se puede combinar con carboxiterapia, que es justo lo que yo estoy haciendo. De hecho, en este post os hablo de mi experiencia con la carboxiterapia y sus beneficios. Ya sabéis que soy una verdadera fanática de los tratamientos corporales.
Mi zona problemática son las cartucheras, así que nos centramos en ese área y bajo el glúteo, y no voy a negarlo: los pinchazos duelen. De hecho, por lo visto hay zonas más sensibles, cuyos pinchazos duelen bastante más, como en el caso de la banana del glúteo. A diferencia de la carboxiterapia, el efecto de mejoría no es tan inmediato. Después de la sesión, la zona queda un poco enrojecida y como con bolsitas llenas de líquido que desaparecen a las horas.
Como punto negativo es que deja bastantes moratones, pero eso es algo normal que se va con los días. No llevo muchas sesiones, pero de momento noto la piel más drenada y mucho más lisa. Combinada con la carboxiterapia, la calidad de la piel mejora y los hoyuelos disminuyen. Sin duda lo recomiendo como una terapia de choque y un añadido a tratamientos con aparatología o presoterapia.
¿Te animas a probar la mesoterapia? ¿Has probado algún otro tratamiento corporal?
Fotografías vía Pinterest.
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