Por fin he encontrado un protector solar con color que se adapta a mi tono de piel

Reconozco que tengo un prejuicio bastante grande hacia los protectores solares con color para el rostro. Sin duda el motivo principal es que tienden a lanzar un color universal que en ningún caso se adapta a mi fototipo de piel: clara, bastante clara y segundo, que prefiero utilizar un producto sin color y aplicar a continuación una de mis bases de maquillaje de cabecera. Sin embargo, la responsable de comunicación de Sofia Bertrand me juró y me perjuró que el nuevo Advanced Protection Ultra Light Daily Cream SPF 50 (Adapted Color) era cosa de magia y llevaba razón.

Lo primero que llama la atención nada más tener este protector solar en la mano es su atractivo packaging, que parece una verdadera obra de arte. El troquelado de la caja que encierra este SPF 50 es digno de admiración. Dentro encontramos un protector solar planito y redondo que da gusto ver en la repisa del baño, y que encierra en su interior una fórmula que aúna tratamiento y protección a partes iguales.

Y digo tratamiento porque además de proteger frente a los UVA, los UVB y los IR-A, mejora la hidratación, la uniformidad, el tono y la sensibilidad, con una completa acción antiedad. Además, cuenta con una textura ligera y no grasa, que ha superado un exhaustivo test in vivo, in vitro, de irritabilidad, de foto-estabilidad y de absorción. Ahí es nada! Y además, permite un alto rendimiento para el rostro, el cuello y el escote. 

Este tratamiento es apto para pieles sensibles, ayuda a retener la humedad en la piel, es antioxidante, aporta luminosidad y cuenta con un complejo antiedad. En cuanto a la protección, también combate la luz azul, la polución y los metales pesados, además de todo lo mencionado anteriormente. Todo esto lo consigue con una fórmula a base de Marine Bambú, un activo molecular a base de ginseng, trigo, cebada, manzana y melocotón y filtros solares micro encapsulados.

El envase es ideal para llevar en el bolso y de viaje y aunque cuesta 58 euros (50 ml) vale cada euro, porque sus pigmentos se funden a la perfección con la piel, adaptándose a cualquier tono (parece cosa de magia) y dejando un rostro luminoso y con un tonito más subido pero increíblemente favorecedor. Parece que por fin me he reconciliado con los protectores solares para rostro con color...

Fotografías cortesía Sofia Bertrand.