Una apuesta deliciosa del Grupo Le Cocó, que ya cuenta restaurantes de éxito como Le Cocó, El Columpio o Fellina, de la que os hablé en este post y que me conquistó con su tiramisú, su burrata o su pizza frita. Giulietta mantiene el mismo concepto de su hermana mayor: una trattoria con una carta 100 % italiana con producto fresco, pastas y pizzas caseras en todas sus versiones.
En cuanto a la decoración, una verdadera maravilla, es obra de la interiorista Marta Banús, quien ya ha obrado su magia en Le Cocó y El Columpio. Marta ha conseguido representar la esencia de La Toscana con detalles como el verde pistacho, la transparencia y la luz, los bodegones gigantes con peperoncino, aglio e pomodoro secco, calabazas, mazorcas de maíz, naranjas, limones, lavanda...
Nos fascinó su ambiente tradicional pero fresco a la vez, muy familiar, con mesas de madera rústica y sillas multicolor. No puedo olvidar sus platos de loza, sus servilletas de cuadros verdes o su terraza al aire libre con una pequeña plaza con jardín. Seguro que a Giulietta le salen mil Romeos.
En la carta podrás encontrar antipasti, ensaladas y panes para abrir el apetito. Nosotros apostamos por la tradicional cesta di pane que incluye tralli, grisinni, pan, focaccia y panne carasau, perfecta para acompañar el aperitivo de queso y fiambres que te sirven nada más sentarte. Como entrante elegimos las asombrosas Fiori di zucchina, unas elegantes flores de calabacín en tempura con mayonesa de ajo asado y albahaca. Me transportaron al instante a mi pueblo, al huerto de mi abuelo, plagado de preciosas flores de calabacín que terminarían convertiéndose en calabazas de 50 kilos.
A la hora de elegir el plato principal mi marido volvió a escoger la Pizza frita con mozzarella, tomate y albahaca. Os juro que sueña con ella. Sencilla pero efectista, enamora al primer mordisco. Yo aposté por los espagueti con trufa, queso parmesano y huevo poché, un bocado increíblemente delicioso y es que se nota al instante el sabor de la pasta fresca y casera. Por si fuera poco este plato te lo terminan en la mesa, añadiendo toda la trufa que desees. En la carta también encontraréis lasañas, risottos, pasta (corta, larga y rellena), gnocchi, pizzas (al horno y fritas), además de platos de carne y pescado.
Para terminar, y ya increíblemente llenos, nos dejamos enamorar por el Fagottino alla Nutella, un sequito de nutella para chuparse los dedos. También encontrarás el famoso tiramisú que ya pudimos probar en Fellina o platos italianos tan míticos como los canolli, los helados artesanales o la pannacotta.
Yo ya estoy deseando volver con mi madre en cuanto venga a visitarme en Agosto porque fue mandarle las fotos y enamorarse. El precio es estupendo, la atención es inmejorable y la comida es increíblemente deliciosa y es que Giulietta es un restaurante para quitarse el sombrero.
Fotografías de The Hot Mess Corner menos 1, 2, 4 y 8 (Giulietta)
3 comments:
Apuntado queda !! Me encanta la comida Italiana
Besitos
Qué hambre me ha entrado, es una pasada todo y buenísimo parece.
Un besito guapa :)
apuntado!
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