El día que usé el champú de mi perra

Advertencia: El siguiente post está escrito en tono sarcástico es para tomárselo con humor.  ¡Las opiniones de los expertos son las que valen! Me desligo totalmente de cualquier futura explosión de compra de champús para perros y/o de otros animales.

Su cabello es suave como el algodón, abundante, dócil y de un color precioso. Siempre recibe piropos por su cabello. Es el mejor pelo que he visto en un perro. No sólo lo digo yo, lo dice su peluquera. 

"Cindy tiene un cabello espectacular" me dice la peluquera...y yo hinchada de orgullo y envidia a partes iguales le respondo: ¿Sí verdad?

En verdad tiene un cabello precioso que requiere mucho mantenimiento. Cepillado, champús, baños, peluquería...y eso que no me considero una obsesiva.

No miento cuando digo que me gasto más dinero en la peluquería de mi caniche Cindy que en mí misma. Patético pero cierto. Y no soy la única, en 2011 en Estados Unidos los dueños de mascotas se gastaron un total de 4,11 billones de dólares en servicios de peluquería y hostelería.

Con el boom de los champús de caballo me surgió una nueva idea. El champú de caballo está out. ¿Y si pruebo el champú de perros?

Queridas lectoras, antes de que me acuséis de insensata, o de cosas peores...esto fue un simple experimento para descubrir los efectos del uso de este tipo de champús. No abogo por el uso de estos champús ni me han pagado una pasta para escribir esto. ¡Sólo lo he utilizado una vez! para escribir este post. Lo juro.

Lo cierto es que los champús para perros ya no son como antes...ahora podemos encontrar champús lujosos para nuestras mascotas sin parabenes, sales, fosfatos, ni fragancias sintéticas.

Por ejemplo el colmo del lujo es Les Pooches o Aromas Paws, que contienen ingedientes sofisticados y naturales como miel, aceite de almendras, aceite de coco, extracto de té verde, extracto de manzana y flor de lima, etc.

Cada vez me resultaba más atractiva la idea de usar el champú de mi perra aunque debo reconocer que estaba asustada, asombrada y emocionada a partes iguales.

Pensaba que iba a sentir una emoción del tipo:  "fuck you bitches! hoy he usado el champú de mi perra y eso me hace más rebelde e irrestible". Pero no fue así.

Mi cabello quedó lustroso y limpio con el champú caro de mi perra (¡11 euros cuesta!). Mi cabello olía a kiwi y realmente no sentí demasiada diferencia entre un champú para perro y uno de humano. Excepto que casi no hacía espuma. Supongo que por la falta de sulfatos.

Así que me puse a investigar...esto después de mi experimento. Lo lógico hubiera sido investigar primero, probar después pero ¡qué va! soy una irresponsable atrevida y me encanta arriesgar. ¿O a poco eres de las que se hace las pruebas de alergia 24 hrs antes de teñirte? ¡Qué aburrida precavida!

Pregunté a los expertos, sobre el uso de champú para caballos y animales en general. 

"Me imagino que todo es una cuestión de modas, pero a mi parecer tenemos miles de marcas que tienen técnicos estupendos en champús para humanos. Usar champú para animales no creo que sea muy aconsejable. El pelo de caballo es completamente diferente al humano y me imagino que su ph también", opina Pedro Cedeño. Peluquero y maquillador para Talents.

La doctora Paloma Cornejo, jefe de la unidad de dermatología de IML nos dice que: "Los champús para animales tienen ingredientes que son parecidos a los de las personas. La diferencia estriba normalmente en la cantidad de tensoactivos y acondicionadores".

Y yo insisto, ¿Qué hay de los champús para gatos o perros? Obviamente me refiero a champús que no tienen insecticidas. A estas alturas pensarán que soy subnormal. 

"Si son champús para uso frecuente suelen ser suaves. Siempre que no tengan sustancias químicas que no puedan ser absorbidas por el cuero cabelludo como los insecticidas antiparasitarios en principio son seguros. Pero no son muy recomendables porque si bien biológicamente son seguros, la cosmética que los caracteriza suele ser bastante peor que los champús de uso frecuente para humanos" afirma la doctora Cornejo.

Pedro Cedeño no está de acuerdo con el uso de este tipo de champús: "¿Es necesario usar champús de animales? ¿No nos fiamos de las marcas que los fabrican? ¿Por qué la necesidad de experimentar?"

"La piel de animal y el pelo no tienen nada que ver con la humana y estos champús se ajustan a su pelo y piel, para empezar si quieres usarlo mira el ph y haz algún tipo de prueba en la piel, para comprobar alergias o reacciones. Hace tiempo me contaron que las crines de los caballos se cuidaban con champús de bebés para que quedarán más suaves, si esto es real parece que en el mundo del cabello está al revés".
 

Y ahora la pregunta que me pica las entrañas: ¿Se me va a caer el pelo? o ¿voy a conseguir la melena preciosa de mi caniche? ¿Qué beneficios puedo obtener al usar estos champús?

La doctora Cornejo afirma que: "En principio depende del tipo de pelo que tenga la persona. Si es muy graso o muy seco. En general, champús como el de caballo (que se ha hecho muy famoso por contener biotina) en realidad se ha hecho muy popular porque tiene una cosmética que deja el pelo con más volumen debido a que tiene mayor concentración de lo habitual de detergentes y menor cantidad de acondicionador, que lo que aplasta más el pelo y le deja con menos volumen".

Si piensas que el champú de caballo te va a dejar melenaza, piensa antes de usarlo porque: "La biotina sólo tiene efecto por vía oral por tanto es realmente poco relevante que tenga en su composición biotina". Nos dice la doctora.

¡Pero no todo es malo! Paloma Cornejo aclara que "el contraste del uso de este tipo de champú de caballo frente a los champús habituales lo han notado muchas personas debido a que los champús para humanos cada vez se formulan con menos cantidad de detergentes (por lo tanto tienen menor poder lavante) y son más ricos en acondicionador para dejar la fibra pilosa más pulida".

¡Y ahí lo tenéis! ¿Qué os ha parecido este post? ¿Alguna vez has usado champús para animales? ¿Los probarías? 

Hot or Not?

Fotografias vía Pinteres.