Un mes usando Génifique de Lancôme

Desde que descubrí Vissionaire de Lancôme, no había probado un sérum que se adaptara mejor a las necesidades de mi piel. Sin embargo mi compañera de blog me había recomendado fervientemente Génifique, uno de los superventas de la firma.

Así que cuando llegó a mis manos su nueva versión de 75 ml, dejé de lado mi Vissionaire y empecé a probar este "concentrado activador de juventud", que ha recibido más de 100 premios en todo el mundo.

Después de probarlo durante un mes lo entiendo y es que aplicado antes de la hidratante, aporta flexibilidad, tonicidad y luminosidad a mi piel. Su misión es la de reactivar la actividad de los genes de juventud por lo que se convierte en un producto indispensable para cualquier rutina de belleza.

Su textura, ligera y semi transparente se extiende a la perfección en la piel dejándola suave y tersa al instante, por lo que en verano me gusta aplicarlo solo antes de irme a dormir. Para las pieles secas es ideal ya que aporta un extra de hidratación.

Tras un periodo de investigación de 10 años en los campos de la genómina y la proteómica, la fórmula de Genifique contiene activos exclusivos que ayudan a restablecer los signos de una piel más joven.

Parte de la clave está en el Bio-Lysat, un activo que modula las síntesis protéicas de la piel reequilibrando su perfil hacia el de una piel más joven. Como resultado, restaura las alteraciones del tejido cutáno que dejan de producirse con el paso del tiempo.

En resumen, Genifique me recuerda a un elixir mágico de juventud que reactiva las células y que se complemena a la perfección con cualquier crema de tratamiento gracias a una textura única.

Personalmente me gusta más que Vissionaire, aunque al contrario que éste, no lucha contra las manchas cutáneas, por lo que ambos son perfectamente compatibles. Para mi es sin duda el cosmético de la semana.

Precio: 30 ml (79 euros), 50 ml (107 euros), 75 ml (117 euros).

Fotografía cortesía Lancôme.