La semana pasada las chicas de
The Hot Mess Corner acudíamos a
Instituto Médico Láser para nuestra sesión de
depilación láser en las axilas. Es una gozada poder verlo por dentro y por fuera.
Para
Maru era la segunda sesión, mientras que para mi era la primera. Mientras que ella ha decidido probar el láser sin ningún tipo de crema anestésica,
yo he decidido depilarme con Emla porque soy un poco miedica y tengo poca tolerancia al dolor. Así podemos contaros ambas versiones.
Emla es una crema anestésica que se aplica en la zona a depilar 1 hora y media antes de la sesión para insensibilizar la zona y minimizar el dolor del láser. Después de poner film transparente, se sella la zona para que actúe.
Aquí comienza mi odisea...
Me habían citado a las 7 de la tarde en
IML para probar el láser alejandrita en axilas. En la hora de la comida había aprovechado para comprar Emla pero en ningún momento caí que necesitaría esparadrapo o algún tipo de adhesivo. Así que cuando me enteré ya era demasiado tarde.
Como estaba en el trabajo pregunté a mis compañeros si había esparadrapo en el botiquín. No había ¡pánico! así que
me sugerieron utilizar celo o cinta adhesiva de ambalar.
Como soy del norte decidí optar por la cinta de embalaje y envolverme cual paquete.
Nada que ver con la imagen de Lady Gaga anunciando su próxima gira.
Me meto en el baño con el film transparente, la cinta de embalaje y la Emla. Comienzo a aplicar la crema en una axila, en
capa gruesa...aquí me asalta la duda ¿qué entenderán por capa gruesa?
Cuando probé el láser descubrí que mi capa de Emla no era demasiado gruesa. ¡Horror!
Uno piensa que apriori será muy sencillo envolver la zona con film transparente pero
en la práctica se convierte en un monólogo del club de la comedia.
En tu cerebro piensas que bastará con dar vueltas y vueltas de axila a hombro y el plástico se fijará a la piel. ¡ni de coña, la piel no es adhesiva! Una vez con la crema aplicada empiezo a estirar con cuidado el dichoso film transparente y
me doy cuenta de que no llevo tijeras.
Me queda salir del baño en camiseta de tirantes con el sobaco peludo y la crema o romper el film con los dientes. Opto de nuevo por la segunda. El film empieza a adherirse entre si y cuando empiezo a estirarlo me doy cuenta de que si doy vueltas de axila a hombro luego no podré cerrar el brazo porque el plástico quedará tirante.
Opto por cortar un trozo más pequeño, lo pongo en la axila y
empiezo a pegar como posesa trozos de cinta de embalar a mi brazo. En el espejo me veo rídícula y para colmo lo he pegado tan mal que apenas puedo pegar el brazo al cuerpo.
Comienzo por la segunda axila y aplico el plástico, pero me es imposible pegar la cinta adhesiva porque
el primer brazo se me ha quedado con menos movilidad que un muñeco de Playmobil. Asomo la cabeza por el baño y llamo a mi compañero de oficina: Caaaaarrrrloooos!
Ahí está Carlos viéndome en tirantes, con los sobacos peludos y la crema en la axila.
"¡Dios! ¿Qué demonios has hecho? Menuda chapuza" me dice mientras me pega minucioso la cinta adhesiva. Tras el proceso no puedo mover ninguno de los brazos con una movilidad decente, así que me ayuda a ponerme el jersey.
¡Ridículo total! Aun así me siento satisfecha por mi logro, que
me ha costado 45 minutos de reloj!!!!! Salgo del baño con la sonrisa triunfante y decido echarme el pelo hacia atrás. Ahí es cuando me doy cuenta de que
soy un poco Steve Urkel y me he dejado la mitad del pelo adherido bajo la cinta de embalar.
¡Otra vez a despegarla! Una vez en IML y supongo que curados de espanto, me ayudan a quitar toda aquella catástrofe antes de proceder a lasear mis axilas. Gracias a Dios, son encantadores.
El láser dura apenas 2 minutos por axila. Me realizan unos 15 disparos de los que noto unos 8 como si fueran agujas que se clavan bajo la piel, pero se puede aguantar. ¡Prueba superada! Maru me dice que el dolor sin Emla es insoportable y con ella os digo que se aguanta bien aunque duele, así que lo tengo muy claro.
¡Que viva Emla! En un par de semanas me haré las piernas. Me veo andando cual robocop por la calle con mis piernas de plástico... Os confieso que me da pánico pensar en una zona más extensa...y por supuesto en el ritual de embalaje.
Entiendo que haya gente que prefiera sufrir a revozarse en Emla.
Tras el láser es importante aplicar una crema de aloe vera diariamente para hidratar la zona y exfoliar un par de veces a la semana la axila para ir eliminando el vello. En 2 meses y medio tendré la siguiente sesión.
Así que tras mi experiencia os doy un briconsejo sobre el material necesario para la depilación láser con Emla: esparadrapo, film transparente, tijeras, Emla, paciencia y una camiseta de tirantes para que si os ocurre algo, no tengáis que llamar a un compañero en sujetador.
Aquí podéis leer las recomendaciones previas al láser.
Aquí podéis leer la primera sesión de Maru con el láser.
Fotografías cortesía
IML.