Las excentricidades de Sissi

En mi viaje a Viena pude apreciar en los distintos castillos y palacios la presencia de la emperatriz Elisabeth, o Sissi como cariñosamente le llamaban.

Resulta irónico porque la emperatriz odiaba Viena y pasó varias temporadas alejada de la corte viajando por todo el mundo.

Me compré un libro sobre la vida de Sissi, así que les doy algunos detalles de su vida.

Fue una de las mujeres más bellas de su tiempo pero desgraciadamente muy infeliz. A la tierna edad de 16 años se casó con el emperador de Austria, Francisco José.

Su vida no fue un cuento de hadas como nos quieren hacer creer en las películas de Hollywood. Sissi nunca se adaptó a la vida de la corte, ella quería ser libre e independiente.

No se caracterizó por tener mucho estilo o estar muy a la moda, pero cuando hacía apariciones en los bailes de la corte, por lo general se decantaba por los vestidos del diseñador Frederick Worth e impresionaba por su porte y belleza.

Sin duda la pintura más famosa de Sissi es donde aparece con un vaporoso vestido blanco con estrellas y una cascada de cabellos con las famosas estrellas de diamantes.

La emperatriz era una mujer muy excéntrica, cuidaba su belleza a tal extremo que no se permitía pesar más de 50 kilos. Era una mujer muy alta para la época, medía 1,72mts y hacía dietas rigurosas o lo que ella llamaba "curas de hambre" para manterse delgada, los expertos dicen que padecía de anorexia nerviosa.

Su cintura medía 50 centímetros, ¿te imaginas? Fue una mujer bastante adelantada a su época, se hizo un gimasio en su habitación para hacer su rutina todas las mañanas y caminaba al menos 8 horas diarias, además de someterse a rigurosos entretamientos de equitación, llegando a ser una gran atleta en este deporte.

Su bien más preciado era su larga cabellera rizada, eran necesarias 3 horas para lavar su cabello y se aplicaba huevo y cognac, además de aceites y perfumes para mantenerlo sano y hermoso.

Si en la moda no consiguió ser un icono, en cambio con el cabello sí que logró serlo. Pagaba una fortuna a su peluquera y sus elaborados peinados tardaban horas en hacerse y eran copiados hasta la saciedad y sin mucho éxito, porque era difícil tener un cabello tan abundante y bien cuidado como Sissi.

Además se ponía mascarillas de carne en la cara y otras menos radicales, como fresas. Sissi utilizaba tónicos de rosas y cremas con aceite de almendras y mantequilla de coco.

No se maquillaba ni se ponía perfume, porque le gustaba la naturalidad. Únicamente utilizaba perfume en su cabello.

Además del deporte, la emperatriz cuidaba su cuerpo con baños diarios y alternaba el agua caliente con la fría y era partidiaria de los baños con aceite de oliva.

Sissi no fue feliz en su matrimonio, ni tampoco amaba a sus hijos, excepto a su hija menor. La tragedia marcó su vida cuando su único hijo y heredero al imperio se suicidó.

La emperatriz sólo vestía de negro, regaló sus joyas más preciadas y se recluyó cada vez más, no permitía que nadie le mirara el rostro y se ocultaba tras un velo.

En un viaje a Suiza a la edad de 60 años, cuando estaba a punto de abordar un barco, Sissi fue atacada por un anarquista italiano, la emperatriz cayó de espaldas, todo fue muy rápido y ella pensó que le quería quitar el reloj.

No le dio importancia al suceso y siguió caminando junto con su dama de compañía. Abordaron el barco y una vez dentro Sissi se colapsó y fue cuando descubrieron una puñalada en el corazón.

Fue una muerte rápida, tal como ella había deseado. Y a partir de su muerte, surgió la leyenda de una mujer que nunca quiso ser emperatriz.

¿Qué te parece la trágica historia de Sissi? Excéntrica? Vanidosa? O un poco loca?

Imágenes vía www.flickr.com